Medida impulsada por el congreso de Corea del Sur entrará en vigencia a partir del 2027, aún.

Aproximadamente 30 millones de perros son sacrificados anualmente en Asia, incluyendo alrededor de 10 millones en China, 5 millones en Vietnam y 1 millón en Indonesia, aunque estas cifras podrían ser mayores debido al comercio ilegal, según informa la ONG Humane Society International.
A pesar de estas estadísticas, el consumo de carne de perro no es una práctica generalizada en la región, y la legalidad de la situación varía según el país y, a veces, incluso entre ciudades.
En un hito histórico para los defensores de los derechos de los animales, la Asamblea Nacional de Corea del Sur aprobó el 9 de enero la prohibición de la cría, matanza, distribución y venta de carne de perro para consumo humano. La nueva normativa entrará en vigor después de un período de gracia de tres años, y a partir de 2027, los infractores podrían enfrentar penas de hasta dos años de prisión o multas de hasta 30 millones de wones (más de 20,000 euros).
En China, la carne de perro se comercializa principalmente en algunas provincias del sur, y su consumo es legal en todo el país, con excepciones en ciudades como Zhuhai y Shenzhen.
Desde 2009, la ciudad china de Yulin, ubicada en el sur, organiza anualmente el festival de la carne de perro en verano, evento que ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones defensoras de los animales y de un creciente número de consumidores chinos que se oponen a esta práctica.
En el caso de Taiwán, aunque durante años el consumo de carne de perro estuvo permitido a pesar de las leyes contra su venta, en 2017 el país se convirtió en el primero de Asia en prohibir esta práctica.