Luego que el Congreso aprobara el uso de armas no letales a agentes de Seguridad Ciudadana, la prefecta regional de La Libertad, Carolina Velasco, consideró que no se debe dar dichos implementos al personal de la ciudad de Trujillo.
La autoridad indicó que, debido al momento político que se vive en la ciudad, no es dable entregar armas no letales a serenos, quienes las pueden mal utilizar.
«Pueden ser mal utilizadas, lo más probable es que si se les da ahorita pueden ser mal usadas o se pueden perder, por no haber previsto la situación ni capacitarlos. Es arriesgado que se les dé un arma de esta naturaleza cuando el alcalde (Arturo Fernández) se encuentre haciendo un mitin o generando marchas a las que está acostumbrado y se usen con otra finalidad», expresó.
Por otro lado, para el representante del Sindicato de Trabajadores de Seguridad Ciudadana de Trujillo, Carlos Bocanegra, el servicio que está brindando serenazgo es malo, debido a las decisiones de la Gerencia.
«El servicio de seguridad ciudadana es pésimo. El gerente de serenazgo los envía a funciones que no les compete cumplir, los manda a cuidar que no arrojen desmonte, cuando la labor es prevención para que no ocurra un hecho delictivo. Encima, envía personal, los saca de territorios vecinales para que vean el comercio informal. Descuida el verdadero propósito en cual fue contratado seguridad ciudadana», manifestó.
El sindicalista informó que los agentes no pueden patrullar en urbanizaciones lejanas, pues carecen de vehículos que los lleve. «Serenos salen a caminar por zonas cercanas porque no hay móvil para llevarlos hasta urbanizaciones como La Rinconada, El Cortijo o Libertad. Lejos no van, porque no hay vehículos», indicó.