Con miles de visitantes a diario, los centros comerciales enfrentan el reto de prevenir incidentes sin interferir en el confort del consumidor. La clave está en la tecnología, la preparación y una atención estratégica.

Cada día, miles de personas recorren tiendas, restaurantes y zonas de entretenimiento en los centros comerciales. Sin embargo, estos espacios también son propensos a robos, emergencias médicas y otros incidentes. La seguridad, por tanto, debe verse no como un obstáculo, sino como un elemento que protege sin incomodar.
Según Christopher García, director de operaciones de GRAND Security Services, la seguridad debe asumirse como una inversión estratégica. “Una operación protegida asegura la continuidad del negocio y genera confianza en el público”, afirma. Su enfoque se basa en tres pilares: prevención activa, intervención eficiente y mejora continua.
Entre las medidas clave están el monitoreo 24/7 mediante videovigilancia, agentes ubicados en zonas estratégicas y el uso de tecnología como alarmas y detectores de metales. Además, el personal recibe formación constante en primeros auxilios, evacuación, control de multitudes y resolución de conflictos para actuar con rapidez y precisión.
Finalmente, GRAND destaca la importancia de los simulacros, reportes y análisis constantes, junto con una comunicación fluida con servicios de emergencia. “Nuestro compromiso es proteger sin invadir, acompañando la experiencia del cliente desde que entra hasta que se retira”, concluye García.