Inundación alcanzó 1.30 metros de altura y destruyó viviendas y cultivos, dejando a la comunidad en una crisis humanitaria.

El desborde del río Tumbes sumió en el desastre al caserío Cerro Blanco, en San Juan de la Virgen, donde al menos 180 familias perdieron gran parte de sus pertenencias tras la inundación del pasado 1 de marzo. El agua alcanzó hasta 1.30 metros de altura, dejando viviendas destruidas y campos de cultivo intransitables, afectando al 80 % de la comunidad.
Los damnificados intentan rescatar lo poco que quedó, mientras que un nuevo cauce formado por la crecida complica la situación. La Policía de Salvataje ha desplegado esfuerzos de apoyo, pero las autoridades aún evalúan el impacto total del desastre, mientras los afectados claman por ayuda urgente.
