El expresidente denuncia un proceso politizado y cuestiona la acusación de rebelión en su contra. Su abogado responsabiliza al sistema de justicia por su salud.
El exmandatario Pedro Castillo anunció el inicio de una huelga de hambre como medida de protesta contra el juicio por rebelión que se le sigue, al considerar que el proceso está «politizado». La decisión fue comunicada a través de un documento difundido en su cuenta de X, donde expresó que toma esta medida ante las «injusticias» en su contra.
Walter Ayala, abogado del expresidente, reiteró que el caso de Castillo carece de fundamento jurídico y sostuvo que reconocidos especialistas, incluso vinculados al fujimorismo, han señalado que no se configura el delito de rebelión. «Para mí, han encarcelado a un inocente», declaró.
El defensor también cuestionó la forma en que se ha manejado el caso, indicando que existe una «confusión» entre el ámbito político y el penal. Afirmó que Castillo nunca se alzó en armas y que, de considerarse su conducta delictiva, se debería tipificar un nuevo delito acorde a la situación.
Finalmente, Ayala responsabilizó al sistema judicial por cualquier complicación en la salud de su patrocinado, enfatizando que Castillo debe quedar en libertad. «Él está preso de manera arbitraria y ahora su vida está en riesgo», advirtió.