El pontífice sufrió un hematoma en el brazo derecho tras una caída, pero los médicos descartan fractura. Es su segunda caída en poco más de un mes.

El papa Francisco, de 88 años, sufrió este jueves una caída en su residencia de Santa Marta, que le provocó un hematoma en el antebrazo derecho. Tras ser atendido por los médicos del Vaticano, se descartó cualquier fractura y se procedió a inmovilizarle el brazo como medida de precaución.

A pesar del incidente, el Santo Padre continuó con su agenda de trabajo, que incluía cinco audiencias, portando una venda blanca en su brazo derecho. Esta es la segunda vez en poco más de un mes que el Papa sufre una caída. El pasado 7 de diciembre, apareció con un hematoma notable en el mentón tras golpearse con una mesita de luz.

En aquella ocasión, según Matteo Bruni, director de la oficina de prensa de la Santa Sede, el pontífice también logró cumplir con sus compromisos, incluyendo el décimo consistorio donde nombró a 21 nuevos cardenales.

En otro orden de ideas, el papa Francisco abordó la desaparición del niño Loan Peña en una audiencia general, planteando la hipótesis de que podría haber sido víctima de tráfico de órganos. Asimismo, el Papa dedicó un espacio a condenar el trabajo infantil y otras formas de explotación que afectan a millones de menores en todo el mundo.