Un informe revela que la tala indiscriminada impulsada por prácticas agrícolas y ganaderas de comunidades menonitas está afectando gravemente los ecosistemas amazónicos, con impactos sociales y judiciales en curso.

Entre 2017 y 2023, las comunidades menonitas asentadas en la Amazonía peruana han deforestado aproximadamente 9 mil hectáreas de bosque tropical, equivalente a 18 mil canchas de fútbol, según un informe de la Coalición por una Producción Sostenible. Esta situación refleja una emergencia ambiental que podría generar daños irreparables, como ocurrió en Bolivia, donde más de 210 mil hectáreas fueron arrasadas debido a la falta de regulación.
El informe detalla que las prácticas agrícolas de los menonitas, como la siembra intensiva de soya y la ganadería, requieren la eliminación de vastas extensiones de bosque. Además, las imágenes satelitales demuestran que estas actividades se realizan en zonas que antes estaban cubiertas por bosques. La pérdida de estas áreas afecta gravemente las funciones del ecosistema, esenciales para la regulación climática y la captura de carbono.
A nivel social, las comunidades menonitas han generado preocupación no solo por su impacto ambiental, sino también por la construcción de carreteras no planificadas que facilitan actividades ilícitas, como la tala ilegal y la minería clandestina. Estos cambios han transformado significativamente las regiones donde se han asentado, comprometiendo la biodiversidad y los recursos naturales de la zona.

Los menonitas, un grupo religioso originario de Europa, buscan vivir en aislamiento del mundo moderno. Desde su llegada a Perú en la década de 1980, se han asentado en regiones como Ucayali y Madre de Dios. A pesar de mantener tradiciones agrícolas como parte de su estilo de vida, sus actividades han generado conflictos con comunidades indígenas y organizaciones ambientalistas que los acusan de destruir bosques primarios.
Frente a esta crisis, el Estado peruano ha iniciado acciones legales contra las colonias menonitas implicadas. La Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) investiga los delitos de deforestación y uso indebido de tierras agrícolas en asentamientos como Chipiar y Tierra Blanca. Las autoridades regionales han confirmado que estas actividades se realizaron sin las autorizaciones correspondientes, mientras que la Procuraduría del Minam busca acelerar los procesos judiciales en curso.
El informe propone un cambio en la asignación de derechos territoriales y más de 20 medidas para frenar la deforestación. Entre ellas, se recomienda reforzar la fiscalización del uso de suelo, monitorear actividades agrícolas y promover prácticas sostenibles que respeten el equilibrio ambiental.

Este panorama se agrava con casos de violencia reportados en algunas colonias. En Tierra Blanca, tres hombres menonitas enfrentan cargos por la violación sexual grupal de una menor, lo que ha generado indignación y preocupación por la seguridad en estas comunidades aisladas.
La presencia de los menonitas en la Amazonía peruana plantea un desafío complejo, donde convergen intereses ambientales, sociales y judiciales. Mientras las investigaciones avanzan, el llamado de atención está puesto en la necesidad de un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación de los recursos naturales.