Más allá del uso de tecnología y estrategias defensivas, la seguridad privada requiere un enfoque basado en principios éticos y humanos para fortalecer su impacto en la sociedad.

La seguridad privada juega un papel crucial en la protección de empresas y eventos, pero su profesionalización ha estado mayormente enfocada en el uso de tecnología y tácticas defensivas. Sin embargo, el desarrollo humano de los agentes de seguridad es un aspecto fundamental que muchas veces pasa desapercibido, a pesar de ser clave para la eficiencia y confianza en el servicio.
El pasado 11 de marzo, Día del Agente de Seguridad, fue una fecha poco reconocida, pero GRAND Security Services se destacó al rendir homenaje a su personal. Su equipo directivo visitó distintas unidades, incluso en zonas alejadas, para reconocer y agradecer el compromiso de sus trabajadores. Christopher García, Director de Operaciones, resaltó la importancia de estos gestos: “Para muchos fue la primera vez que una empresa del sector los visitaba para valorar su labor”, señaló.
En un rubro donde la confianza es esencial, GRAND Security Services ha implementado un modelo basado en valores como el respeto, la disciplina y la lealtad. Este enfoque no solo optimiza el desempeño de los agentes, sino que también refuerza su sentido de pertenencia y responsabilidad dentro de la organización.
La seguridad privada no solo debe centrarse en la capacitación técnica, sino en un enfoque integral que considere el desarrollo personal y profesional de sus integrantes. La combinación de tecnología y valores éticos es clave para brindar un servicio más eficiente, humano y confiable.