El astronauta de origen latino retorna junto a dos cosmonautas tras pasar más de un año en la Estación Espacial Internacional.
El astronauta Frank Rubio, miembro de la NASA, culminó su histórica misión espacial al aterrizar el miércoles en la estepa de Kazajstán a bordo de la cápsula Soyuz MS-23, junto a los cosmonautas Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin. Esta tripulación se vio forzada a prolongar su estadía en la Estación Espacial Internacional (EEI) debido a un fallo en la nave que originalmente los traería de vuelta en marzo de este año.
Rubio, cuyos padres son de ascendencia salvadoreña, ha establecido un nuevo récord para la NASA al acumular más de 371 días en órbita terrestre, superando así cualquier estadía previa. Durante su tiempo en el espacio, completó más de 5.963 órbitas alrededor del planeta, recorriendo una distancia de más de 250 millones de kilómetros.
Debido a los posibles efectos en sus músculos y huesos tras una prolongada exposición a la microgravedad, Rubio y sus compañeros deberán someterse a un período de recuperación que puede extenderse entre dos y seis meses.
Incidente en el espacio
La misión original de Rubio y sus colegas rusos comenzó en septiembre de 2022 con una duración programada de seis meses. Sin embargo, un problema en el sistema de refrigeración de la nave Soyuz MS-22, que sería utilizada tanto para el viaje de ida como de regreso, provocó la postergación indefinida de su retorno.
Afortunadamente, en febrero de este año, la agencia espacial rusa, Roscosmos, envió la nave de carga Soyuz MS-23, que no solo llevaba suministros esenciales a la EEI, sino que también se acordó que sería el vehículo para repatriar a los tres especialistas.
Un año productivo en la EEI
Durante su estancia en la estación orbital, Rubio lideró investigaciones sobre técnicas de cultivo de tomates sin necesidad de suelo, con el fin de aplicar estos conocimientos en futuras colonias humanas en la Luna o Marte, logrando así una mayor autonomía.
Además, contribuyó al estudio de la combustión de materiales en condiciones de microgravedad y participó en experimentos para comprender los efectos del sedentarismo en la salud de los astronautas en el espacio, entre otras tareas de relevancia científica.