La muerte de Rolando Astopilco, alias “El Lobo”, líder de Los Lobos de El Porvenir, podría estar vinculada a una venganza de La Jauría de Jolín, según nuevas investigaciones y versiones policiales.

La violenta rivalidad entre bandas criminales sigue dejando un rastro de muerte y terror en Trujillo. El reciente asesinato de Rolando Astopilco Alejandro, conocido como “El Lobo” o “Gordo Lobo”, ha desatado una ola de especulaciones. Inicialmente atribuido a Los Pulpos, el caso podría dar un giro radical al considerar la posible implicación de La Jauría de Jolín, una facción dirigida por Jolín Bazán Valderrama, en una aparente venganza por la muerte de “Chato Oré”.
Rolando Astopilco, quien lideró Los Lobos de El Porvenir, forjó su temida reputación a principios de los años 2000 mediante delitos como extorsión, tráfico de terrenos y asaltos. Pese a haber cumplido condena en el penal El Milagro, su organización mantuvo activa su influencia en el distrito de El Porvenir. Su asesinato, ocurrido a manos de sicarios, ha generado conmoción y se suma a la escalada de violencia en la ciudad.
El día de su velorio, un atentado dejó heridos a una mujer y a un menor, lo que incrementó la tensión en el entorno del caso. Las primeras investigaciones señalaban a Los Pulpos como responsables del crimen, pero una nueva línea apunta a que La Jauría habría planeado el asesinato en represalia por el homicidio de Overt Bazán, alias “Chato Oré”, hermano de Jolín Bazán. Según informes, alias “Turrón”, cercano a Astopilco, habría tenido un papel clave al facilitar la ubicación de Bazán en Laredo.

La presunta participación de La Jauría en el crimen se relaciona con la rivalidad histórica entre esta banda y Los Pulpos. Ambas organizaciones operan en zonas estratégicas como Laredo, dedicándose a delitos como extorsión y tráfico de terrenos. Los investigadores consideran que La Jauría podría haber utilizado la notoriedad de Los Pulpos para desviar la atención y ocultar su implicación.
La Policía Nacional del Perú enfrenta el desafío de esclarecer este caso, que ilustra la complejidad del crimen organizado en la región. La hipótesis de que La Jauría de Jolín esté detrás del asesinato de Astopilco añade un nuevo capítulo a la sangrienta lucha por el control territorial en Trujillo.