Llegó de Venezuela hace seis años. Trabajó como mesera y ahora es estrella en la industria del cine para adultos, que le ha permitido darle mejor calidad de vida a sus hijas y comprarse una casa. Hace un llamado urgente a los peruanos.

Kenya Arif y cómo pasó de azafata a actriz de Milky Perú. Foto: Agencia de Noticias

En la emergente y prometedora industria del cine para adultos en Perú, Kenya Arif (31) se destaca como una de las figuras más talentosas en este campo, según los expertos en esta rama del séptimo arte.

Esta afirmación no es subjetiva, sino respaldada por especialistas en esta área. Kenya es una intérprete morena que se destaca por su flexibilidad y su habilidad histriónica en el género adulto, mostrando una notable versatilidad al encarnar personajes tan diversos como extravagantes.

Nacida en Carabobo, Venezuela, llegó a Perú hace seis años como parte de la oleada de migrantes venezolanos que se vieron obligados a dejar su país debido a la crisis que lo azotaba.

Junto a su madre, una oftalmóloga reconocida, habían establecido con éxito una cadena de ópticas. Kenya se encargaba de su gestión. Disfrutaban de una vida sin preocupaciones y con numerosas comodidades.

Kenya Arif y cómo pasó de azafata a actriz de Milky Perú. Foto: Agencia de Noticias

Sin embargo, el chavismo y sus consecuencias, como la inflación, la escasez y la inseguridad, llevaron a esta sociedad próspera a la ruina.

De esta manera, Kenya Arif, una estrella en las producciones de compañías nacionales como Milky, Inka Productions, Xfilms y OnlyFans, encontró refugio en Perú.

Desde hace cuatro años y medio se dedica en cuerpo y alma a la creación de contenido para adultos y tiene una preocupación. Y es que hay una escasez de actores peruanos. Y aquí lo explica:

¿Hace cuánto llegaste a Perú?

Ya tengo seis años.

¿Cómo fue tu travesía a este país?

Me vine por tierra desde Venezuela. Crucé Colombia y Ecuador.

¿En Venezuela a qué te dedicabas?

Me dedicaba a la rama óptico, mi mamá es oftalmóloga. Tenemos varias ópticas en Venezuela, vendíamos lentes, todo. Allá me dedicaba a eso.

¿Qué te obligó a migrar?

La situación en Venezuela es que había bastante escasez, había dinero, pero no había productos.

Kenya Arif y cómo pasó de azafata a actriz de Milky Perú. Foto: Agencia de Noticias

¿A qué punto?

Colas horribles, de días. Tener dinero y no tener qué comprar, hacer colas por días te obliga a salir de tu país

¿Por qué Perú?

En su momento vine porque tenía mi cuñada aquí.

¿Cómo empezaste?

Trabajando de azafata, año y medio.

¿Han sido épocas difíciles?

Adaptarte a un nuevo país, una nueva sociedad, aparte de empezar a trabajar en algo que nunca había hecho, es complicado, pero me adapto a todo. No me afectó mucho. Me gustaba mi trabajo, lo hacía bien y chévere. Hay gente que se deprime, yo no.

Kenya Arif y cómo pasó de azafata a actriz de Milky Perú. Foto: Agencia de Noticias

¿Cuándo llegaste tenías dónde dormir?

No. Los primeros meses, mientras te adaptas, trabajas, compras, creo que todos pasamos eso.

¿Eras de familia media alta?

De clase media, no alta.

¿Acá solo trabajaste como azafata?

Nunca he vendido nada en la calle. Llegué y trabajé de azafata y luego me dediqué a la venta de creación contenidos para adultos.

SU INCURSIÓN EN EL CINE PARA ADULTOS

¿Cómo llegaste a la creación de contenido para adulto?

Llego a vender contenido para adulto porque mi pareja y yo éramos swinger, estábamos en redes sociales, en Twitter más que todo. Siempre he sido exhibicionista, siempre me tomaba fotos, pero lo hacía de gratis en ese entonces. Te hablo de hace 5 años. Me gusta mostrarme, montaba mis fotos y videos. Y por allí las personas de aquí, de Perú, me pedían videollamadas, me pedias fotos, videos.

Y se te prendió el foco…

Obvio. Yo ganaba, de 7 pm a 6 am, trabajando de azafata, 60 soles la noche. Ellos me daban 100 soles por un video. No entré por necesidad, entré porque las personas me pedían, me solicitaban.

¿Fue difícil por tu familia?

Cuando yo comencé, fue en Twitter, tenía bastantes seguidores. Entonces me contactó una productora para grabar una película triple equis. A la primera le dije que no. Luego me volvieron a llamar, y ya ahí acepté la propuesta y ya era algo más grande. Se publicó en una plataforma internacional, con miles de reproducciones y ese video llegó a Venezuela. Y allí se enteró todo el mundo. Cuando yo me entero de que el video iba a estar en esa plataforma, le dije a mi mamá que estaba grabando películas para adultos. La gente es chismosa y seguramente le llegaría la información. Ella lo tomó súper relajada. Me dijo: ‘está bien’. No fue un escándalo.

¿Tu pareja?

Él está conmigo siempre, siempre me ha acompañado.

¿Saltaste a la fama?

El video fue bastante conocido.

¿Cómo fue ese cambio de saltar a una plataforma que se reproduce por millones?

Llegas a más público, choca por que llega a personas que me conocían, personas que estudiaron conmigo, amigos que se enteraron y me escribían. Obviamente, al principio te da ese susto de que la gente te vea, y luego entendí que es un trabajo que paga bien y no le hago daño a nadie.

Kenya Arif y cómo pasó de azafata a actriz de Milky Perú. Foto: Agencia de Noticias

LA INDUSTRIA DEL CINE PARA ADULTOS EN PERÚ

¿En Perú cuánto se paga por un video?

Por escena, ganas más de un sueldo mínimo. Y eso se graba en unas horas.

¿Cómo te consideras?

Bueno, no sé, la verdad no me coloco un nombre, no me considero ni siquiera actriz. Me gusta lo que hago, soy exhibicionista de siempre, se me presentó la oportunidad y chévere, ya cada uno le pone nombre, si soy creadora, actriz, cada uno tendrá su perspectiva de mí. Disfruto lo que hago, entré por mostrarme y ya estoy en otras cosas.

¿Eres de las venezolanas más popular en esta rama?

No me considero popular, pero sí tengo mi público. No soy la más famosa, pero sí tengo alcance.

¿En la calle te han pedido autógrafos?

No me ha pasado, pero sí me escriben, que me vieron en tal lugar y tal sitio.

¿Cómo es la industria de Perú a diferencia de otras?

La verdad, no te podría dar una comparación de una productora con otro país porque no he grabado.

¿Pero si hay mucha diferencia?

En Perú, cuando grabé hace 4 años y medio, era una sola productora, ahora son 3 o 4 productoras, cada vez se van sumando. Creo que sí va a crecer la industria. Necesitamos buenos actores.

¿Varones?

Sí, varones. Es lo que falta. Falta bastantes varones para grabar.

¿No dan la talla?

No es eso. Es que, por ejemplo, yo no hubiera hecho esto nunca estando en Venezuela. Creo que las personas de aquí, de Perú, están en su país, su familia, Perú es un país liberal, hay mucho tabú. Sí hay chibolos que se están iniciando, pero hace falta más presencia varonil en la industria.

¿Cuáles son tus aspiraciones esta industria?

Son salir de aquí a grabar producciones afuera, con productoras más grandes, más profesionales. Seguir en la industria.

¿Quieres seguir?

Por ahora sí, quiero seguir creciendo en la industria.

¿Cómo eres detrás de cámaras?

Soy mamá de dos niñas. Yo soy demasiada ama de casa. Me gusta estar con mis hijas, cuidarlas, cocinar. No salgo mucho a fiestas.

¿Hobby?

Me gusta leer, ir a la playa.

¿Ayudas a tu familia en Venezuela?

Sí, ayudo a mi familia, tengo estable a mis hijas, compré una casa y cada día me estabilizo más.

¿Compraste una casa en Perú?

No, en Venezuela, ya quisiera en Perú.

¿Te han estigmatizado por ser actriz de cine para adultos?

Bueno, mi amor, yo creo y considero que mientras no le estés haciendo daño a nadie… este es un trabajo, porque lo pagan, detrás de cámaras no es fácil, no le hago daño a nadie. Esto no es nuevo, esta es una industria demasiada vieja. ¿Pero qué es lo que sucede? Que antes ibas a las casitas, donde vendían o alquilaban, veías las películas y la regresabas. Ahora lo tienes en el teléfono. Pero esto es algo demasiado viejo, no sé porqué la gente tiene tabú a la hora de hablar o ver nopor. No le hacemos daño a nadie, no estamos matando, robando, quitándole nada a nadie.

¿Somos una sociedad conservadora?

Sí, todavía lo son.


Fuente: Trome