El país registra una caída del 97% en su conectividad digital tras ciberataques masivos y restricciones impuestas por el régimen, dejando a millones incomunicados en medio del conflicto bélico.

Irán atraviesa uno de los apagones de internet más drásticos de su historia mientras continúa el enfrentamiento bélico con Israel, que ya suma seis días. Las conexiones cayeron en un 97 %, dejando al país prácticamente incomunicado en el ámbito digital, según datos de organizaciones que monitorean el acceso a internet a nivel global.
La firma NetBlocks, especializada en la vigilancia del estado de internet, informó a través de su cuenta oficial en X que Irán se encuentra sumido en un “apagón nacional casi total”. Esta afirmación fue respaldada por otras entidades que analizan la infraestructura digital mundial. Por su parte, el sistema IODA (Internet Outage Detection and Analysis) confirmó una interrupción abrupta en la conectividad del país. David Belson, director de análisis de datos en Cloudflare, señaló que el tráfico de datos descendió un 97 % respecto a los niveles registrados la semana anterior.
El corte coincide con una intensificación del conflicto armado y una ola de ciberataques contra instituciones iraníes, entre ellas un banco importante y una plataforma de criptomonedas. La televisora estatal IRIB atribuyó estos ataques a una supuesta “guerra cibernética masiva” iniciada por Israel, lo que habría motivado a las autoridades a imponer severas restricciones al internet.
Amir Rashidi, experto en derechos digitales del Grupo Miaan, confirmó que aplicaciones populares como WhatsApp e Instagram fueron bloqueadas. Además, los usuarios tampoco pueden acceder a tiendas virtuales como Google Play y App Store. A pesar de ello, la Red Nacional de Información —una infraestructura controlada por el Estado— continúa funcionando, aunque solo permite el acceso a páginas web autorizadas por el gobierno.
Frente al aislamiento digital, algunos ciudadanos han solicitado el apoyo del servicio de internet satelital Starlink, propiedad de Elon Musk, con la esperanza de restablecer una vía de comunicación alternativa.