Inauguran el nuevo Seminario Mayor y Casa de Espiritualidad "San Carlos y San Marcelo" de Trujillo

Con la participación de Mons. Paolo Rocco, Nuncio Apostólico de Su Santidad en el Perú, la Arquidiócesis de Trujillo dio apertura a este vanguardista centro de formación sacerdotal, que ostenta el título de ser el más grande de todo el país.

En conmemoración del sexto aniversario de la visita del Papa Francisco a Trujillo, la Arquidiócesis de Trujillo inauguró el Seminario Mayor Arquidiocesano «San Carlos y San Marcelo». Este centro de formación sacerdotal, considerado el más extenso del Perú, ocupa un terreno de 7900 metros cuadrados y consta de cinco pisos. Ubicado en el kilómetro 555 de la carretera Panamericana Norte, en el distrito trujillano de Moche, el moderno edificio cuenta con 80 habitaciones.

La ceremonia de inauguración fue presidida por Mons. Miguel Cabrejos Vidarte OFM, Arzobispo de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP). Participaron también Monseñor Paolo Rocco Gualtieri, Nuncio Apostólico de Su Santidad en el Perú, obispos invitados, diáconos, seminaristas, religiosos, religiosas y la feligresía en general.

El Seminario Mayor Arquidiocesano «San Carlos y San Marcelo» imparte formación a seminaristas provenientes de diversas diócesis y congregaciones religiosas, así como de la Arquidiócesis de Trujillo. Los graduados obtienen el título de bachilleres en Sagrada Teología gracias a un convenio entre el Seminario Mayor Arquidiocesano de Trujillo y el Pontificio Ateneo «Regina Apostolorum» de Roma (Italia).

Además de ser un centro de formación, esta nueva infraestructura servirá como Casa de Espiritualidad, albergando diversas actividades pastorales, como retiros para jóvenes que recibirán la primera comunión y la confirmación, así como encuentros de obispos, entre otros eventos.

Durante la inauguración, también se bendijo el Primer Santuario Mariano de la Arquidiócesis, dedicado a la Virgen de Guadalupe. En este santuario se exhibe un óleo sobre lienzo de la Virgen de Guadalupe de 3 metros de altura. Se confía a su maternal intercesión la formación sacerdotal de los seminaristas y se invoca su protección sobre todos los fieles de la Arquidiócesis.