El gobernador regional Manuel Llempén Coronel, reconoció y felicitó el desempeño de la Dra. Luz del Carmen Ibáñez Carranza, vicepresidenta de la Corte Penal Internacional de Justicia de La Haya, por sus merecimientos personales y profesionales, concediendo Diploma de Honor de la Región La Libertad y Medalla de la Región La Libertad.

Fue en ceremonia realizada en el auditorio César Vallejo de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT), donde el rector Carlos Vásquez Boyer, la distinguió con el primer grado “Del Libertador Simón Bolívar”, por ser destacada egresada de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de esta casa superior de estudios.

Reconocimiento de la vicepresidenta Dra. Luz del Cármen Ibáñez Carranza

“El reconocimiento que le hemos entregado hoy es a nombre de los 2 millones de liberteños, por ser la primera vicepresidenta de este organismo mundial de mucho prestigio y valorando su esfuerzo. Es un gran orgullo para la UNT y nuestra región que esté prestigiando a La Libertad y a Trujillo”, dijo Llempén tras entregarle la distinción.

Luz del Carmen Ibáñez Carranza, es trujillana de nacimiento y de padres otuzcanos. Ella agradeció el gesto del gobernador comprometiéndose a ‘no desmayar en estos esfuerzos porque la justicia en el mundo prevalezca y sea la base de la paz en el mundo’. Destacó que estos tiempos difíciles es importante el aporte de los jóvenes a favor de la construcción democrática y que se debe hacer prevalecer el diálogo, enfocándonos en los que nos une

Después de la ceremonia, Llempén la invitó a hacer un recorrido y conocer la Casa de la Identidad Regional, donde se promueve el arte y nuestra identidad regional, exhibiendo en exposición venta trabajos de pintores y artesanos de diversas partes de la región.

Gobernador Manuel Llempén junto a Carlos Vásquez Boyerel, rector de la UNT, distinguen a vicepresidenta Dra. Luz del Cármen Ibáñez Carranza

La Corte Penal Internacional de Justicia, es un organismo de aplicación de justicia internacional, derivada de la Conferencia de Roma que dio lugar al Estatuto de Roma, en julio de 1998.

Es el primer organismo judicial internacional de carácter permanente encargado de perseguir y condenar los más graves crímenes, cometidos por individuos, en contra del Derecho Internacional. La Corte está compuesta de cuatro órganos, dos oficinas semiautónomas y el Fondo para las Víctimas (The Trust Fund for Victims – TFV).

La Corte funciona como un organismo autónomo de cualquier otro poder o Estado. Sin embargo, esto no obsta a que, en el cumplimiento de su deber, cuente con la colaboración de estos poderes.

Los crímenes que puede conocer la Corte se encuentran limitados a los señalados en el Estatuto de Roma, que son: genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, crimen de agresión. Las penas que puede establecer la sentencia puede ser de prisión por un plazo no mayor de 30 años, o (por la gravedad de los crímenes) cadena perpetua, además de una multa y el decomiso de las especies que sean de propiedad del condenado.