Contraloría advierte que Rafael Poma Gil se ausentó sin autorización y sin reemplazo, afectando la atención de pacientes oncológicos

La Contraloría General de la República reveló que el actual decano del Colegio Médico de La Libertad, Enrique Rafael Poma Gil, incumplió con su jornada laboral en el Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas “Dr. Luis Pinillos Ganoza” (IREN) Norte, ubicado en Moche, Trujillo.
El hecho se descubrió el 16 de julio de 2025, durante una visita inopinada del Órgano de Control Institucional, que verificó la ausencia del médico en la Unidad de Terapia del Dolor y Cuidados Paliativos, a pesar de que figuraba en el turno de la mañana como anestesiólogo responsable.
Solicitud de permiso sin sustento formal
Según el Informe de Visita de Control N.° 025-2025-OCI/0640-SVC, ese mismo día a las 09:19 a. m., Poma Gil envió un mensaje vía WhatsApp solicitando permiso para ausentarse los días 16, 17, 18, 24, 25 y 30 de julio, argumentando que debía cumplir funciones como dirigente del Colegio Médico.
No obstante, el jefe de Recursos Humanos del IREN Norte confirmó que hasta las 11:00 a. m. no había recibido ninguna solicitud formal ni documentos que sustentaran la ausencia. Esto significa que, conforme a la normativa, la inasistencia carecía de autorización oficial.

Normativa que habría sido vulnerada
El Reglamento Interno de Trabajo del IREN Norte (Resolución Directoral N.° 131-2012-GR-LL/GGR/GRSS-IREN-NORTE-DE) es claro en su artículo 30: la solicitud de licencia debe presentarse por escrito y contar con autorización del jefe inmediato, advirtiendo que “la sola presentación de la solicitud no da derecho al goce de licencia, ni la justificación de la misma” y que toda ausencia injustificada puede acarrear sanciones.
Asimismo, la Directiva Administrativa N.° 378-MINSA/DGAIN-2025, aprobada por la Resolución Ministerial N.° 432-2025/MINSA, establece que la programación de turnos del personal de salud “es de cumplimiento obligatorio y se ejecuta en el lugar, servicio, horario y turno programado”, responsabilizando a los jefes de departamento de supervisar y reportar incumplimientos.
Atención quedó en manos de médicos residentes
Durante la inspección, la Contraloría constató que no se presentó el profesional de reemplazo que supuestamente cubriría la atención de los pacientes de Poma Gil. En su lugar, la labor fue asumida por médicos residentes, lo que, según el órgano de control, generó un riesgo para la continuidad y oportunidad de la atención médica.
Este tipo de situaciones, advirtió la entidad, no solo infringe las normas internas y sectoriales, sino que también compromete la calidad del servicio en un hospital oncológico de categoría III-2, que es referencia para toda la macro región norte del país en la atención de pacientes con cáncer.
Contraloría pide acciones inmediatas
Ante esta situación, la Contraloría recomendó al IREN Norte adoptar medidas preventivas y correctivas para evitar la repetición de casos similares. También recordó que el cumplimiento estricto de las jornadas laborales es fundamental para garantizar la oportunidad, calidad y continuidad de la atención a pacientes oncológicos.