La crisis financiera de Petroperú ha generado preocupación a nivel nacional, planteando la pregunta crucial sobre si se debe rescatar nuevamente a esta empresa estatal de petróleo y gas con fondos públicos o buscar soluciones más eficientes para el desarrollo económico.
La solicitud de rescate por parte del Ministerio de Energía y Minas para Petroperú ha intensificado el debate sobre la sostenibilidad de mantener empresas estatales que demuestran ser ineficientes. Con pérdidas acumuladas de US $808 millones, la situación financiera de Petroperú cuestiona la viabilidad de utilizar recursos públicos para respaldar a una entidad que ha disminuido significativamente su participación en el mercado de combustibles interno, pasando del 50% en 2018 al 31% en 2022.
En términos directos, un representante de ComexPerú expresó su preocupación generalizada: «Optar por este rescate no solo enviaría un mensaje negativo como país, al priorizar la operatividad de una empresa estatal sobre el cierre de brechas sociales, sino que también sería un incentivo para la ineficiencia en lugar de penalizarla». Los recursos solicitados, alrededor de S/ 9,500 millones, superan los presupuestos de inversión pública para el año 2023 en sectores críticos como saneamiento, agropecuario, salud y seguridad.
Adicionalmente, el gremio resalta las dificultades para fomentar la inversión privada en el sector hidrocarburos en el Perú, señalando la falta de incentivos y las condiciones desfavorables en comparación con otros países de la región. «Rescatar repetidamente a Petroperú es inviable y debería suscitar indignación en todos los peruanos. Los recursos son limitados y deben dirigirse hacia el cierre de brechas sociales», concluye.