En medio de la crisis ambiental que enfrenta el mundo actual, el Día Mundial de la Bicicleta cobra especial relevancia al resaltar la importancia de un medio de transporte ecológico y saludable.
La bicicleta, inventada en el siglo XIX, no solo ofrece una solución a la contaminación y al cambio climático, sino que también promueve la actividad física y facilita el acceso a servicios sociales para las comunidades más vulnerables. Según la ONU, su uso contribuye a un aire más limpio y menos congestión, convirtiéndose así en una herramienta fundamental en la lucha por un futuro más sostenible.